创建于06.05

¿Cómo puedo revisar las pastillas de freno yo mismo?

¿Cómo puedo revisar las pastillas de freno yo mismo?

Las pastillas de freno se desgastan con el uso, aumentando la distancia de frenado y arriesgando daños en el rotor si se descuidan. Revisar la condición de las pastillas regularmente puede prevenir reparaciones costosas. Esta guía cubre herramientas, seguridad y métodos de inspección paso a paso: tanto revisiones rápidas a través de la rueda como revisiones detalladas con la rueda retirada, además de cómo medir el grosor de las pastillas, signos de desgaste a los que prestar atención y los intervalos de inspección recomendados.

Herramientas Requeridas

  • Sin quitar las ruedas:
Una linterna brillante o luz de trabajo, y un espejo pequeño (o cámara de teléfono) para ver detrás del calibrador si es necesario. Una regla o medidor de pastillas de freno (tipo de sensación o herramienta de calibrador) ayuda a medir el grosor.
  • Con la extracción de la rueda:
Además, necesitarás una llave de tuercas o un destornillador de impacto para aflojar las tuercas de las ruedas, un gato de piso y soportes para el gato, y posiblemente un zócalo torx/Allen si tu vehículo tiene tapacubos. (Opcional: un palito de helado o un espárrago de madera se puede usar como un medidor simple.)
  • Equipo de seguridad personal:
Guantes y gafas de seguridad para protegerse del polvo de freno y los escombros. Se recomienda una máscara si se limpia el polvo. También mantenga un juego de cuñas para asegurar el vehículo durante cualquier levantamiento.

Precauciones de Seguridad

  • Asegure el vehículo:
Estacione en una superficie nivelada, active el freno de estacionamiento y coloque cuñas en al menos una rueda trasera antes de levantar. Nunca confíe solo en un gato: siempre soporte el automóvil en soportes de gato debidamente clasificados antes de meterse debajo o trabajar cerca de las ruedas.
  • Frenos fríos antes de tocar:
Los frenos pueden calentarse extremadamente después de conducir. Déjelos enfriar para evitar quemaduras. Cuando estén calientes, no toque los rotores o las pastillas (¡están muy calientes!) como se indica en la advertencia.
  • Protégete:
Use guantes y protección ocular. El polvo de freno puede contener asbesto u otros irritantes, así que evita soplarlo al aire. Usa un paño húmedo o limpiador de frenos para limpiar las piezas si es necesario. Asegúrate de una ventilación adecuada si estás en interiores.
  • Usa las herramientas adecuadas:
Siga los procedimientos adecuados (aflojando las tuercas de las ruedas solo cuando las ruedas toquen el suelo, etc.). Si tiene dudas, consulte un manual de servicio. Siempre quítese las joyas y asegure la ropa suelta para evitar que se enganche en las partes móviles.

Inspección Rápida (Rueda Puesta, Calipers Expuestos)

Figura: Muchas ruedas de aleación/con radios exponen el caliper y la pastilla de freno. Se puede usar una linterna o un espejo para inspeccionar a través de las aberturas de la rueda.
  • Mira a través de los radios de la rueda:
Algunos coches tienen ruedas o tapacubos que te permiten ver el rotor de freno y la pastilla exterior sin quitar la rueda. Si tus ruedas tienen grandes aberturas (o si quitas la tapa central de la rueda), ilumina el interior de la rueda con una linterna.
  • Verificar el grosor del pad:
Compara el material de fricción de la almohadilla visible con su placa de respaldo de metal. Si la parte de fricción es muy delgada – por ejemplo, menos de aproximadamente 1/4 de pulgada (6 mm) – las almohadillas están desgastadas y deben ser reemplazadas. Una regla simple es: si el material de la almohadilla es tan delgado como (o más delgado que) la placa de respaldo, es hora de nuevas almohadillas.
  • Inspeccionar la superficie del rotor:
Las profundas ranuras o marcas visibles en el rotor a menudo significan que las pastillas se han desgastado en el disco. Las manchas azules o descoloridas en el rotor indican sobrecalentamiento. Estas señales sugieren que las pastillas (y posiblemente el rotor) necesitan servicio.
  • Escuchar los indicadores de desgaste:
Muchos frenos tienen lengüetas metálicas incorporadas que chirrían cuando las pastillas están desgastadas. Si escuchas un chirrido agudo durante el frenado (que se detiene cuando se aplican los frenos), significa que las pastillas están casi desgastadas. Algunos vehículos también tienen sensores de desgaste electrónicos; si el sensor es visible y está tocando (o casi tocando) el rotor, reemplaza las pastillas.
  • Usa un medidor o palo (opcional):
Si puedes colocar un objeto recto (palito de madera, tornillo o calibrador) junto a la pastilla, puedes estimar el grosor. Por ejemplo, desliza un palito de helado entre el rotor y la parte trasera de la pastilla y marca el palito en la cara exterior de la pastilla. Luego mide desde esa marca hasta el final de la placa de respaldo; debería ser varios milímetros. (Si solo quedan ~3–5 mm de material de la pastilla más allá del respaldo, es probable que la sustitución esté atrasada.)

Inspección Detallada (Rueda Quitada)

Figura: Un mecánico inspecciona las pastillas de freno y el caliper después de quitar la rueda. Tanto las pastillas internas como externas se pueden ver claramente cuando la rueda está quitada.
  • Configurar el coche:
Al igual que con cualquier trabajo de quitar la rueda, estacione en terreno nivelado, active el freno de estacionamiento, bloquee las ruedas opuestas y afloje las tuercas de la rueda antes de levantar el automóvil. Soporte el vehículo de manera segura en soportes de gato antes de quitar la rueda.
  • Eliminar la rueda:
Retire la rueda para exponer completamente la pinza de freno, el rotor y las pastillas. Esto le permite inspeccionar ambos lados de la pastilla de freno (interior y exterior) y la superficie del rotor de cerca.
  • Inspeccionar el grosor de la almohadilla:
Con la rueda quitada, puedes ver y sentir ambas pastillas en el caliper. Mira el material de fricción (la parte que presiona contra el rotor). Si parece muy delgada (de cualquier lado), es necesario reemplazarla. Como regla general, si alguna pastilla tiene menos de aproximadamente 3–4 mm de grosor, planea reemplazar ambas pastillas.
  • Verifique si hay desgaste desigual:
Las pastillas internas y externas deben desgastarse aproximadamente igual. Si una pastilla es mucho más delgada, el caliper puede estar atascado o pegado. El desgaste desigual puede hacer que el coche se desvíe hacia un lado al frenar. (En ese caso, el caliper o los pasadores deslizantes pueden necesitar mantenimiento.)
  • Examine el rotor:
Mire la superficie del rotor en busca de surcos profundos, grietas, deformaciones o corrosión. Las crestas finas son normales, pero las líneas de puntuación profundas significan que las pastillas están incrustando material en el rotor. Las rayas azules o el tinte dorado en el metal del rotor indican sobrecalentamiento. Si el rotor está muy marcado o deformado, puede necesitar ser rectificado o reemplazado cuando reemplace las pastillas.
  • Inspeccionar el calibrador y el hardware:
Verifique que el calibrador se mueva libremente en sus pasadores. Limpie y lubrique cualquier pasador deslizante si está oxidado. Verifique que los clips, calzas y la placa de respaldo de acero de la pastilla no estén agrietados ni rotos. También asegúrese de que no haya fugas de líquido de frenos.

Midiendo el grosor de las pastillas de freno

Figura: Midiendo el grosor de la pastilla a través de la abertura del calibrador. Deslice una regla o un medidor de freno contra la pastilla para leer el grosor del material.
  • Usa una herramienta de medición:
Para una verificación precisa, utiliza un calibrador o un medidor de espesores. Desliza la herramienta en la abertura del calibrador para que contacte con la superficie de la almohadilla. Lee el grosor solo del material de fricción (sin contar la placa de respaldo de acero).
  • Conoce los límites:
Las almohadillas completamente nuevas suelen tener un grosor de alrededor de 10–12 mm. La mayoría de los fabricantes recomiendan reemplazar las almohadillas cuando el material de fricción tiene solo ~3 mm (aproximadamente 1/8 de pulgada) de grosor. En la práctica, muchos mecánicos aconsejan reemplazar cuando las almohadillas alcanzan aproximadamente 3–4 mm.
  • DIY truco de medidor:
Si no tienes una herramienta, un palo marcado puede servir como un medidor. Por ejemplo, presiona un destornillador plano o un palo contra el rotor y haz una marca en la superficie de la pastilla. Luego mide desde esa marca hasta la parte posterior de la pastilla. Resta el grosor de la placa de respaldo para estimar la profundidad de fricción. Si solo quedan unos pocos milímetros de material, reemplaza las pastillas.
  • Verifica ambos lados:
Recuerda medir o evaluar tanto las pastillas internas como las externas. Solo necesitas medir una si parecen iguales, pero si una pastilla es más pequeña, mide esa. De cualquier manera, las pastillas de freno deben ser reemplazadas en conjuntos de ejes (tanto las pastillas delanteras como las traseras juntas) para un frenado uniforme.

Señales de desgaste o daño de las pastillas de freno

  • Ruidos inusuales:
Un chirrido o un pitido al aplicar los frenos generalmente significa que la lengüeta del indicador de desgaste está en contacto con el rotor. Un ruido de molienda significa que el material de la pastilla se ha ido y la placa de respaldo de metal está moliendo en el rotor, una señal crítica de que las pastillas deben ser cambiadas de inmediato.
  • Rendimiento de frenado reducido:
Si la distancia de frenado aumenta, el pedal se siente esponjoso o se baja más de lo habitual, o necesitas presionar más fuerte para frenar, las pastillas pueden estar desgastadas. (El aire en las líneas de freno o un líquido bajo también pueden causar estos síntomas, pero las pastillas desgastadas son un culpable común.)
  • Vibración o tirón:
La pulsación o el temblor a través del pedal o el volante durante el frenado pueden indicar rotores deformados o un desgaste desigual de las pastillas. De manera similar, si el coche se desvía hacia un lado al frenar, verifique si hay un grosor desigual de las pastillas o un caliper atascado.
  • Material de almohadilla delgada:
Visualmente, cualquier almohadilla con menos de ~6 mm de fricción (aproximadamente ¼ de pulgada) debe ser reemplazada pronto. Algunas almohadillas tienen bordes pintados o ranuras que sirven como indicadores visuales; una vez que la capa de fricción está casi al mismo nivel que esas características, es hora de nuevas almohadillas.
  • Condición del rotor:
Surcos profundos, grietas o óxido en la superficie del rotor sugieren daño. Los rotores vidriados a un acabado brillante también pueden reducir el frenado, y el azulado significa sobrecalentamiento. Todo esto apunta a pastillas desgastadas u otros problemas de frenos.
  • Depósitos de pastillas de freno:
Si ves manchas brillantes o "capas de transferencia" en la almohadilla (parches grisáceos), puede ser material de la almohadilla atascado en el rotor, una señal de presión desigual o una almohadilla vidriada. Aceite o grasa en la superficie de la almohadilla (de un caliper con fugas o un rodamiento de rueda) reduce severamente el rendimiento de frenado y requiere reparación inmediata.

Frecuencia de Inspección

  • Intervalos regulares:
Apunte a inspeccionar sus pastillas de freno al menos en cada rotación de neumáticos (cada 6,000–8,000 millas) o en cada cambio de aceite. Una recomendación común es cada 10,000–12,000 millas, o al menos anualmente.
  • Condiciones de conducción:
Si haces mucha conducción en la ciudad, remolque o conducción en colinas/montañas, revisa los frenos con más frecuencia. El frenado pesado o frecuente acelera el desgaste.
  • Escucha y siente:
Incluso entre las revisiones programadas, mantente alerta a las señales de advertencia anteriores (ruidos, vibraciones, luces de advertencia). Cualquier comportamiento inusual de los frenos justifica una inspección inmediata. Recuerda, “mejor prevenir que lamentar” – inspeccionar las pastillas es rápido y económico en comparación con reparar rotores o accidentes.
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